Seguramente recuerdas algunos momentos de tu niñez en los que intentabas evitar a toda costa ciertos alimentos, alimentos que en la edad adulta han podido llegar, incluso, a formar parte de tu lista de productos favoritos. En muchos casos el aceite de oliva virgen extra puede ser uno de estos productos alimenticios, por lo que muchos padres tienen dudas respecto a si es el más apropiado como fuente grasa para sus hijos. ¿Deberían optar por otro aceite? Y si no, ¿cuáles son los beneficios del aceite de oliva para niños? ¿Cómo administrarlo y en qué cantidad?
¿Por qué el aceite de oliva virgen extra es esencial en la etapa infantil?
- ¿Qué beneficios tiene el aceite de oliva en la dieta del niño?
- ¿A partir de qué edad deben tomar los niños aceite de oliva?
- ¿Qué cantidad diaria de aceite de oliva es adecuada para los niños?
- ¿Cuál es el aceite de oliva virgen extra más adecuado para ellos?
- ¿Cómo podemos añadir el aceite de oliva a la dieta infantil?
1. ¿Qué beneficios tiene el aceite de oliva en la dieta del niño?
Es posible que ya supieras que durante la etapa infantil son fundamentales las fuentes de grasa para asegurar un buen aporte energético. No obstante, no todas las grasas son tan aptas para los más pequeños. De hecho, lo cierto es que no todas son igual de saludables como el aceite de oliva virgen extra que, gracias a su composición nutricional, se posiciona como la fuente grasa ideal en la etapa de crecimiento de niños y niñas.
Por un lado, la grasa que compone este aceite es más similar a aquella que se encuentra en la leche materna, razón por la cual es más fácil de digerir. Además, los ácidos grasos principales del aceite de oliva virgen extra son los monoinsaturados que, por lo que ya desde edades tempranas, puede ayudar a proteger contra enfermedades cardiovasculares y promover la regulación del colesterol.
Por otro lado, el aceite de oliva virgen extra es también rico en ácido oleico, vitamina E, provitamina A y polifenoles que, entre otros compuestos, pueden aportar grandes beneficios para el desarrollo de los más pequeños, especialmente relacionados con la salud de las arterias, pero que también con la mejora en la absorción del calcio o la disminución del estreñimiento.
En general, para los infantes, este zumo de aceitunas supone la ingesta de grasas necesarias para la correcta formación de tejidos y membranas celulares que forman el sistema del cuerpo y otras estructuras corporales.
Y es que el producto estrella de la dieta Mediterránea , es un pilar básico en la alimentación tanto de los más pequeños como de los adultos, contribuyendo también a un control de la diabetes o una ayuda en la prevención de ciertos tipos de cáncer gracias a efectos como los antioxidantes y antiinflamatorios que tiene este.
2. ¿A partir de qué edad deben tomar los niños aceite de oliva?
Así pues, gracias a todos los beneficios del aceite de oliva virgen extra, podemos decir que se ha constituido como un alimento trascendental para el crecimiento y desarrollo de los más pequeños y que es fundamental administra esta fuente grasa, pero ¿desde cuándo? Lo cierto es que posible incorporar este producto desde los primeros purés que comienza a ingerir el bebé.
Por otro lado, muchos especialistas indican que se debe consumir este zumo de aceitunas incluso antes de nacer, es decir, a través de la alimentación de las madres. De hecho, algunos estudios indican que, durante el estado de gestación, sus ácidos grasos y vitaminas están directamente involucrados con el buen desarrollo del feto, favoreciendo el crecimiento saludable del bebé.
Así pues, se recomienda que las madres, durante el embarazo, pero también durante la lactancia, opten por el consumo de entre 3 a 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra que, además, deberían complementarse con los frutos secos y el pescado azul como fuentes principales de grasa saludable comunes en la dieta Mediterránea.
3. ¿Y qué cantidad diaria de aceite de oliva es adecuada para los niños?
Según recomienda la Asociación Española de Pediatría (AEP), después del sexto mes de vida , cuando el bebé empieza a incorporar, además de la leche materna, cereales y puré de frutas, papillas de hortalizas y verduras (como patatas y zanahorias), ya es posible administrar el equivalente a una cucharada de aceite de oliva virgen extra en estos purés, mejorando así sus calidades organolépticas y aportando al infante ácido oleico y otros compuestos antioxidantes.
Posteriormente, a partir de los dos años, cuando la ingesta de grasas ya comienza a representar el 30% del total de calorías de la alimentación diaria, esta ración puede subir a 3 cucharadas soperas diarias del mismo aceite (alrededor de 30 g). Obviamente, el aporte de esta grasa debe estar incluida en una dieta equilibrada, rica en alimentos reales y en la que se eviten productos ultra procesados y grasas insaturadas trans.
4. ¿Cuál es el aceite de oliva virgen extra más adecuado para ellos?
Como seguramente ya sabes, no todos los aceites son iguales. Por un lado, ya hemos introducido los beneficios del ‘virgen extra’ como el mejor tipo de aceite de oliva, ya que conserva la mayor parte de las propiedades organolépticas y saludables procedentes de la oliva.
No obstante, por otro lado, existe una gran cantidad de variedades dentro de esta categoría ‘virgen extra’ en función de la aceituna con la que se produce. Y la realidad es que siempre que sea un aceite ‘virgen extra’, es decir, puro zumo de oliva, la variedad elegida podría ser una cuestión de preferencia, pero ¿de quién?
Piensa que las papilas gustativas de los niños no están lo suficientemente maduras como para asimilar algunos sabores. Por esta razón, en lo que respecta al aceite de oliva virgen extra, la variedad arbequina es la que puede ofrecer una mayor versatilidad a la hora de preparar menús infantiles.
Y es que la arbequina, por su sabor más moderado en amargor y picor, es la opción más ideal ya que logra mimetizarse con los sabores de los ingredientes principales, sin añadir ese sabor característico de variedades más intensas. Por ello, es una variedad útil tanto en platos fríos como calientes e, incluso, para sustituir otro tipo de grasas en repostería casera.
5. ¿Cómo podemos añadir el aceite de oliva a la dieta infantil?
Puesto que el aceite de oliva virgen extra debe ser parte imprescindible desde la etapa preescolar para el desarrollo de los más pequeños, siempre que el pediatra no indique lo contrario, se puede comenzar a incorporarlo en papillas y purés como habíamos comentado y, más adelante, en ensaladas, sopas, así como en platos de carne y pescado.
Además, existen muchas más ventajas para freír con este aceite que beneficia tanto a niños como adultos. Pero, por otro lado, es también recomendable como sustitutivo de mantequillas y margarinas en desayunos y postres caseros, que siempre pueden ser más saludables que los postres industriales.
Ahora bien, ¿qué haces si tu hijo tiene problemas con los sabores? Siempre puedes intentar mezclarlo con alimentos que capten su atención. Es conocido que la presentación de los platos motiva a muchos niños a la hora de la comida. Y en general, la idea es que la experiencia se convierta en algo agradable, educando desde pequeños en lo que supone una buena alimentación, para ofrecerles la mejor calidad de vida posible.
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