Valldemossa y el Archiduque Luis Salvador
La relación entre el Archiduque Luis Salvador de Austria y Valldemossa es una historia de amor por la naturaleza, la cultura y la preservación del paisaje mallorquín. Este noble austriaco, miembro de la Casa de Habsburgo, quedó fascinado por la isla de Mallorca en el siglo XIX y dedicó su vida a estudiar, proteger y promover su belleza.
El Archiduque y su llegada a Mallorca
Luis Salvador llegó a Mallorca por primera vez en 1867, cuando tenía poco más de 20 años. Quedó cautivado por la isla, especialmente por la Serra de Tramuntana, y adquirió grandes extensiones de terreno para preservar su entorno natural. Uno de sus lugares predilectos fue Valldemossa, donde poseía varias fincas.
Son Marroig y Miramar: sus refugios en Valldemossa
Dos de las posesiones más emblemáticas del Archiduque en Valldemossa fueron:
- Miramar: Un antiguo monasterio fundado por Ramon Llull en el siglo XIII, que el Archiduque restauró y convirtió en un centro de estudios y reflexión. Allí recibía a escritores, artistas e intelectuales.
- Son Marroig: Una de sus residencias más conocidas, con impresionantes vistas al mar y al icónico islote de Sa Foradada. Hoy en día es un museo que muestra su vida y pasión por Mallorca.
Un defensor de la naturaleza y la cultura mallorquina
El Archiduque no solo fue un amante de Mallorca, sino también un gran estudioso de su cultura, historia y paisajes. Su obra más destacada es “Die Balearen”, una extensa enciclopedia en la que documentó en detalle la geografía, la flora, la fauna, las costumbres y la arquitectura de las islas Baleares.
Su legado en Valldemossa y Mallorca
Luis Salvador vivió en Mallorca durante décadas y se ganó el respeto de los mallorquines por su carácter sencillo y su amor por la isla. Promovió la preservación del paisaje y la arquitectura tradicional, evitando la especulación y el deterioro de la zona.
Hoy, su huella sigue presente en Valldemossa y en toda la Tramuntana. Sus antiguas posesiones, como Son Marroig, son testigos de su fascinación por la isla, y su legado sigue vivo en la conservación de la naturaleza y el patrimonio mallorquín.
Las amantes e hijos mallorquines del Archiduque
El Archiduque Luis Salvador de Austria (Ludwig Salvator Maria Giuseppe Giovanni Battista Dominicus Raineri Ferdinando Carl Zenobius Antonin ,1847-1915) tuvo una vida amorosa llena de misterio y escándalo para su época. Aunque nunca se casó oficialmente, se le atribuyen numerosos romances y al menos varios hijos ilegítimos, algo que contrastaba con las estrictas normas de la Casa de Habsburgo.
Amantes y romances secretos
Luis Salvador, de carácter bohemio y liberal, nunca se sometió a las rígidas normas de su familia. Primo de la Emperatriz Isabel de Baviera, conocida como “Sissi” (1837-1898), vivió en Mallorca rodeado de artistas, intelectuales y gente sencilla del campo, con quienes mantenía estrechas relaciones.
Algunas de sus amantes más conocidas fueron Catalina Homar, una mujer mallorquina, hija de carpinteros, que trabajó como administradora de sus propiedades y con quien tuvo una relación muy especial. Catalina era una mujer adelantada a su tiempo: culta, independiente y con una gran capacidad de gestión. Se cree que su relación fue más que profesional, pero nunca hubo pruebas definitivas. Y Sofía von Matl, una noble austríaca con quien se rumoreaba que tuvo un hijo.
Hijos ilegítimos
No hay registros oficiales de hijos reconocidos por Luis Salvador, pero se rumorea que tuvo varios descendientes fuera del matrimonio, especialmente en Mallorca. Algunas historias locales hablan de niños nacidos de relaciones con mujeres mallorquinas, aunque nunca fueron reconocidos legalmente debido a su posición en la familia imperial.
Un noble atípico y su legado
A diferencia de otros Habsburgo, Luis Salvador rechazó la vida de la corte y prefirió una existencia sencilla en Mallorca. Su legado no solo está en sus investigaciones y en la preservación del paisaje mallorquín, sino también en su visión progresista y su forma de vivir libremente.