Los rosarios “ensucrats”
El “Rosari ensucrat” es una tradición muy particular de las Islas Baleares, especialmente de Mallorca, que se suele elaborar en torno a la festividad de Todos los Santos y Día de los Difuntos. Este rosario comestible es una forma simbólica y dulce de recordar a aquellos que ya no están entre nosotros.
El “Rosari ensucrat” está elaborado con una serie de dulces tradicionales unidos entre sí, formando un rosario. Cada “decena” de este rosario está compuesta por 10 “galletes” (galletas) redondas, que simulan las cuentas, separadas por “llarguets” (alargados) que representarían a los padrenuestros. Además, se incorporan otros elementos como las “pilotes” o bolas grandes que hacen alusión a las cuentas más grandes del rosario.
La patena es un elemento crucial en este rosario comestible. Se trata de una pieza de mayor tamaño que cierra o corona el rosario. Es como una galleta grande, más elaborada, que representa la patena usada en la liturgia cristiana. En muchos casos, esta patena se adorna con imágenes religiosas hechas de azúcar o incluso con inscripciones.
En la tradición del “Rosari Ensucrat” en Mallorca, la patena que cierra el rosario dulce suele estar hecha de calabaza confitada, al igual que otras frutas confitadas que componen el rosario. No obstante, su tamaño es mayor y puede tener una forma ligeramente diferente, siendo más elaborada.
La superficie de la patena puede estar decorada con glaseado o azúcar glas, y a menudo lleva imágenes religiosas o inscripciones hechas de azúcar, o incluso podría tener una pequeña cruz de caramelo o azúcar en el centro.
Aparte de los rosarios de golosinas, durante estas fechas también es tradicional consumir otros dulces como “panellets”, pequeños pasteles a base de almendra, azúcar, huevo y patata o boniato. Estos dulces, junto con el “Rosari ensucrat”, hacen de la festividad de Todos los Santos y el Día de los Difuntos en Mallorca un momento lleno de sabor y tradición.
El simbolismo detrás del “Rosari ensucrat” es profundo, combinando la tradición religiosa y gastronómica de Mallorca en un solo objeto. Al regalar o compartir este rosario dulce, se fomenta el recuerdo de los seres queridos y la importancia de la fe.
Es una tradición que ha perdurado a lo largo de los años y que se sigue manteniendo viva en las familias mallorquinas, que año tras año elaboran o compran estos rosarios para compartir en estas fechas tan señaladas. La patena, como cierre del rosario, simboliza la centralidad de la Eucaristía y recuerda la importancia de la comunión y el recogimiento en la fe cristiana.