2. Protege e hidrata incluso las pieles más sensibles.
El aceite de oliva virgen extra (o aove, como también se conoce) tiene unas propiedades humectantes y nutritivas excepcionales para hidratar la piel tanto del rostro como del cuerpo. Su alto contenido en vitamina A, E y también D y K lo hacen un ingrediente ideal para proteger (especialmente en las estaciones más frías) y nutrir incluso las pieles más sensibles, ya que es tolerado por estas.
A excepción de las pieles del rostro más grasas, que prefieran evitar el uso de este aceite, es posible utilizarlo como hidratante nocturno, después de otros tratamientos o sérums a base de agua que puedan existir en nuestra rutina. Para ello, puedes usar hasta tres gotitas como último paso masajeándolas en el rostro, o bien, aplicar aceite de oliva antes de tu crema hidratante o mezclándolo con esta.
3. Ayuda a reparar los tejidos dañados de la piel.
La piel es nuestro órgano más extenso, un órgano que nos protege tanto de los elementos externos como del sol, razón por la cual es necesario prestar especial atención a su cuidado y protección. Gracias a las mismas propiedades beneficiosas que hemos mencionado antes, el aceite de oliva virgen extra también puede ayudarte a reparar tejidos dañados de tu piel.
Por un lado, gracias a las propiedades regenerativas y cicatrizantes que aportan sus vitaminas, el uso de unas gotas de este ingrediente resulta ideal para reparar las zonas donde encontramos piel seca y agrietada, como en codos y rodillas, así como sobre heridas superficiales.
Además, estas propiedades cicatrizantes, junto con su capacidad de regular la aparición de ciertas bacterias en el rostro, lo hacen también un especial aliado contra el acné. De hecho, la vitamina D que contiene este aceite también puede ayudar a pieles que padecen otras patologías de la piel como la rosácea y la psoriasis, calmando la inflamación.
4. Revitaliza y refuerza la tonicidad del tejido cutáneo.
Gracias a la alta concentración de vitaminas y minerales y a su contenido en ácidos grasos naturales, el aceite de oliva virgen extra también puede ayudarte a revitalizar la piel de tu rostro otorgándole suavidad, brillo y tonicidad.
Por un lado, las vitaminas que contiene este producto, especialmente las vitaminas A y E ayudan a reforzar la firmeza de la epidermis, estimulando incluso la producción de colágeno. Por otro, su alta concentración de ácido oleico también ayuda a estimular la regeneración celular de la piel, dándole elasticidad y brillo natural.
5. Es un aliado antioxidante para combatir el envejecimiento.
Aunque el paso del tiempo y el envejecimiento es algo natural, lo cierto es que hay factores externos como el sol, la contaminación, el estrés y otros hábitos que pueden considerarse poco saludables que lo aceleran.
Gracias a su alto contenido en polifenoles, el aceite de oliva virgen extra cuenta con propiedades antioxidantes y antiaging que ayudan a actuar contra la formación de radicales libres, los responsables directos del envejecimiento de las células.
Por esta misma razón, el aceite de oliva virgen extra es un gran aliado contra los efectos del sol, ayudando a aclarar manchas o ralentizar la aparición líneas de expresión y de arrugas (especialmente las del contorno de los ojos) que dan una apariencia más envejecida al rostro.
En definitiva, el aceite de oliva virgen extra es un gran aliado en el cuidado de tu piel, un ingrediente que te permite estar sano por dentro y por fuera. En todo caso, en el caso de la piel recuerda siempre acudir a tu dermatólogo, ya que como se suele decir, cada piel es un mundo.