¿Qué diferencias hay entre el aceite de oliva extraído en frio y aceite de oliva prensado en frío?
De una forma sencilla, diríamos que el aceite de oliva prensado en frío era el método de extracción en frío que se utilizaba antiguamente, en el que la pasta de oliva se introducía en una prensa y era prensada hasta obtener el aceite.
Aunque en la actualidad es casi imposible encontrar aceite de oliva prensado en frío en un sentido estricto, se sigue utilizando este término para hacer referencia al aceite denominado como “aceite de oliva extraído en frío” por su equivalencia frente al aceite extraído mediante la aplicación de calor o químicos.
El aceite de oliva extraído en frío se obtiene en una almazara moderna, fabricada en acero inoxidable, en la que el aceite sigue un circuito que lo aisla al máximo del contacto con el oxígeno, lo que mejora la calidad del producto final. En realidad, el método es equivalente, ya que la aceituna se machaca o se corta mediante unos brazos mecánicos para luego pasar a ser batida y centrifugada (equivalente al prensado, ya que se aplica una fuerza para obtener el jugo de la oliva).
Entre el aceite de oliva extraído en frío y el aceite de oliva prensado en frío, la principal diferencia radica en la terminología y en el método específico de extracción, aunque ambos se refieren a procesos que evitan el uso de calor para mantener la calidad del aceite.
- Aceite de oliva prensado en frío: Tradicionalmente, el término “prensado en frío” se refiere a un método de extracción mecánica donde las aceitunas se prensan para obtener el aceite. Este proceso no utiliza calor, lo que ayuda a preservar los sabores, aromas y nutrientes del aceite.
- Aceite de oliva extraído en frío: Este término hace referencia a otros métodos de extracción que no implican prensado, como la centrifugación y en los que la extracción se lleva a cabo con un control estricto de temperatura, ayudándose de la refrigeración a temperaturas bajas para conservar las características y propiedades del aceite.
Ambos términos suelen utilizarse para describir aceites de alta calidad, especialmente el aceite de oliva virgen extra. La clave de ambos es que la temperatura durante el proceso de extracción se mantiene baja (generalmente por debajo de los 27 °C o 80,6 °F) para garantizar que el sabor, el aroma y los nutrientes del aceite no se degraden.
En términos de calidad, tanto el aceite de oliva prensado en frío como el extraído en frío se consideran superiores a los aceites obtenidos mediante procesos que involucran altas temperaturas o métodos químicos. La elección entre uno y otro dependerá de la disponibilidad, precio y, en algunos casos, de la preferencia personal en cuanto a la sutileza del sabor y aroma del aceite.