Receta de vinagreta (I)
Las vinagretas son aderezos versátiles que pueden transformar ensaladas, carnes, pescados e incluso verduras asadas. Una vinagreta básica generalmente combina aceite, ácido (como vinagre o jugo de limón), sal y pimienta, pero las posibilidades para personalizar y enriquecer su sabor son prácticamente infinitas.
Esperamos que encuentres entre estas, tu receta de vinagreta.
Conceptos básicos
La proporción clásica es 3 partes de aceite virgen extra por 1 parte de ácido (vinagre), pero esto puede ajustarse según el gusto personal y el uso previsto.
El vinagre suele ser balsámico, de vino tinto, de manzana o incluso jugo de limón o lima. Cada uno aporta su propio carácter a la vinagreta.
Añadir hierbas frescas o secas (como orégano, albahaca, tomillo) y especias puede transformar completamente una vinagreta. Un toque de miel o incluso un poco de mermelada puede equilibrar la acidez.
El ajo picado, chalotas, cebolla roja o incluso mostaza dijon pueden añadir profundidad y complejidad.
Usos de las vinagretas
Como marinadas: Las vinagretas son excelentes para marinar carnes o pescados, aportando sabor y ayudando a hacerlas más tiernas.
Como aderezos para ensaladas: Perfectas para ensaladas verdes, de pasta, de granos o incluso de frutas.
Como salsas para platos cocinados: Pueden usarse como una salsa ligera para carnes, pescados o verduras asadas.
Recetas de vinagreta populares
Vamos a trabajar tres tipos distintos de vinagreta. La primera, vinagreta balsámica, es perfecta para ensaladas con hojas verdes, verduras asadas, e incluso puede ser una excelente marinada para carnes. La clave está en la calidad de los ingredientes, especialmente el aceite de oliva y el vinagre balsámico, que son los protagonistas de este aderezo.
En segundo lugar, os proponemos una vinagreta de limón y hierbas, una opción ideal para ensaladas verdes, ensaladas de pasta, verduras asadas o incluso como aderezo para pollo o pescado. La frescura del limón y las hierbas aporta un toque ligero y saludable a cualquier plato.
En tercer lugar, la vinagreta de mostaza es ideal para ensaladas con hojas verdes, vegetales asados, o incluso para aderezar carnes antes de cocinarlas. Su equilibrio entre lo ácido, lo dulce y el sabor intenso de la mostaza, la convierte en un aderezo muy apreciado y versátil en la cocina.
Vinagreta balsámica
La vinagreta balsámica es una de esas recetas clásicas que puede transformar una simple ensalada en una delicia gourmet. Aquí tienes una guía paso a paso para prepararla.
Ingredientes
- 3/4 de taza de aceite de oliva extra virgen
- 1/4 de taza de vinagre balsámico
- 2 cucharaditas de miel (puedes ajustar según tu preferencia de dulzura)
- 1 diente de ajo picado finamente
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones
- En un tazón mediano, combina el vinagre balsámico y la miel. Revuelve bien hasta que la miel se disuelva completamente.
- Incorpora el ajo picado. Este ingrediente añade un toque de sabor y profundidad a la vinagreta.
- Mientras bates constantemente con un batidor de mano, agrega lentamente el aceite de oliva. Esta acción es clave para crear una emulsión. Debes ver cómo la mezcla se espesa y se vuelve más homogénea.
- Prueba la vinagreta y ajusta el sabor con sal y pimienta. Recuerda que la vinagreta se debe sentir un poco más condimentada en el tazón de lo que sabrá en la ensalada.
- Si prefieres una vinagreta más delgada, puedes añadir un poco de agua o más vinagre balsámico. Si deseas un toque más dulce, agrega un poco más de miel.
- Puedes usar la vinagreta inmediatamente o almacenarla en un frasco hermético en el refrigerador. Antes de usarla, asegúrate de agitarla bien para mezclar los ingredientes que puedan haberse asentado.